domingo, 5 de septiembre de 2010

Ley de fomento de la música nacional y el negocio del derechos de autor

Esta ley no necesariamente potencia el cancionero nacional ni el talento, fácilmente los medios se pueden acomodar en un número selecto de canciones y cumplir con la norma. Y esto no garantiza trascendencia ni que mejorará las condiciones en las que se movilizan los músicos chilenos, pero tampoco es una buena señal para el prejuicio popular que existe con la "música chilena", el mismo menosprecio que durante años separó al cine local en la cartelera, pero que con puro trabajo y mejores historias cambió y ahora los cineastas chilenos se pasean por cumbres internacionales y convocan grandes audiencias. 

Así como hay música chilena que no necesitó de leyes para triunfar en las radios y convertir su música en negocio. Y la última vez que se trató de imponer cierta música nacional fue por orden de la Junta Militar y no sabemos dónde terminaron esos artistas. Entonces cuidado con la obligación, porque eso no quiere decir que los que antes no sonaron en radios ahora tengan que sonar, y esto fácilmente puede ser sólo un modo de potenciar a ciertos grupos y solistas ya reconocidos o ligados a ciertas fuentes de contenido de la industria musical y/o discográfica (que aunque es menos aún existe e influye). 


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